día 6

Ser madre es lo más difícil que existe en el planeta y lo digo con el más sincero y profundo de los sentimientos.
Es desgastante ser perfecta, mantener el orden y ocuparse de todos excepto de ti y de lo que quieres.
Como que de pronto siento que la vida privada, esa de ti para ti, termina siendo pública y dependiendo de las necesidades de los demás. No me mal interpreten, amo ser madre, ¿quién no?, pero es verdad que a veces nos gustaría tener un día para no hacer nada, solo sentarnos en la orilla de la playa y dejar que la brisa sople mientras el sol nos calienta sin quemarnos el cuerpo, o.k. no, un día de spa tal vez.

Total que hoy amanecí con un dolor horrible en el vasto externo, básicamente el muslo debido a una serie de ejercicios que hago diariamente, sentí el dolor el viernes y el sábado estuve tan ocupada que no pude hacer mi rutina pero ayer que quise retomarla no pude ni hacer un desplante, así que hoy amanecí coja, me duele apoyar el peso sobre la pierna, es horrible, bajar las escaleras es horrible, caminar es horrible. Estoy tomando medicamento para relajar el músculo y una pomada pero aún así creo que esto tardará en sanar al menos una semana (sino es que más).
En cuanto a la dieta, les cuento que subí 100 gramos, que pena, debo cuidar mi alimentación pero ayer fue domingo y se nos antojaron las hamburguesas de búfalo, las mítica hamburguesas gigantes de búfalo.
Para quienes no hayan escuchado de ellas son como 4 hamburguesas en una sola. Siendo honestos no estuvieron ricas, el pan se desmoronaba y ni siquiera se podía agarrar la hamburguesa, la carne estaba seca, el queso parecía plástico, en fin mala suerte para tantas calorías.
Hoy tuve una mañana de dieta, desayuné omelette de claras con requesón, 69 calorías y me contuve de comer chatarra durante el día porque estuve muy ocupada en la costura, tenía que hacer  los difraces para el 14 de febrero de mis hijos.
Coser es una habilidad que se adquiere cuando tienes hijos, por ahí del segundo. Les juro que. nunca había agarrado la máquina, mi tía q.e.p.d trató de enseñarme a coser pero yo era tan mala que terminó por hacerme mi falda.
Así que la siguiente vez que agarré una máquina me decidí a que tenía que aprender a usarla y me hice una blusa (varias) que por cierto terminaron en el bote de la basura y de ahí seguí con la costura para mis hijos (igual viendo tutoriales).
Y creo que (salvo lo que piense mi amiga la diseñadora de modas con el ojo saltando al ver mis creaciones) ya aprendí a coser.
Mi hijo mayor irá de Leonardo da Vinci y mi hijo menor irá de Hippie.


¿Qué tal mis disfraces?, me siento orgullosa del resultado, de verdad creo que no le piden nada a uno comprado y me costarón en materia prima una tercera parte de lo que hubiera costado comprarlos hechos. Solo tuve que sacrificar mi fin de semana y un día, pero ¿qué madre no hace todo por sus hijos?
¡Nos escribimos mañana!


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